La tradición de los hammams se remonta a la época anterior a la llegada de los turcos a Anatolia. Al llegar aquí, trajeron consigo sus hábitos de baño, que contrastaban con las costumbres romanas y bizantinas. Las tradiciones se fusionaron para dar lugar a un concepto completamente nuevo: el baño turco, que con el tiempo se convirtió en una auténtica institución. El baño turco forma parte de la vida cotidiana, es un lugar de encuentro para personas de cualquier condición social o edad. El hammam (baño turco) es un lugar de vacaciones imprescindible en Turquía. Es recomendable visitarlo durante los primeros días de la estancia. El hammam es un lugar para purificar el alma y el cuerpo.
La excursión incluye tratamientos como: sauna y jacuzzi privados, masaje de espuma (aprox. 20 min) con café o sal, terapia de peces, masaje de lujo (aprox. 60 min) y peeling. Todos los tratamientos se realizan en una sala privada.